Esta fué la primera tarta de celebración que nos encargaron (para nuestra sobrina, claro) y el primer reto. Siempre las tartas eran para un
público más reducido e íntimo. Aquí vinieron las primeras felicitaciones que no eran de nuestro circulo familiar.
Lo primero fué hacer los zapatitos para la decoración. Tenia que conseguir que se quedaran firmes.
Claro, no sólo iba esta tarta (¡que tacaños!), había otras cuantas de repostería tradicional pero... eso es otra entrada.
Nos vemos !!!
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